Liderazgos que construyen comunidad: vecinas y vecinos de la Ribera Norte culminan escuela de formación impulsada por el Minvu

En el marco del Mes del Urbanismo, la seremi de Vivienda y Urbanismo del Biobío certificó a dirigentes y dirigentas sociales de Pedro de Valdivia, Aurora de Chile y Pedro del Río Zañartu que participaron en la Escuela de Líderes de la Ribera Norte, destacando que el desarrollo urbano también se construye fortaleciendo la comunidad, los lazos de confianza y el compromiso ciudadano con sus territorios.

Concepción, 7 de noviembre. En la ribera del Biobío no solo se levantan viviendas y se trazan calles nuevas, también se tejen historias, se fortalecen liderazgos y se reconstruye la confianza entre vecinos que sueñan con una mejor ciudad. Así quedó demostrado en la ceremonia de cierre de la Escuela de Líderes de la Ribera Norte, donde vecinas y vecinos de Pedro del Río Zañartu, Aurora de Chile y Pedro de Valdivia celebraron el aprendizaje, la unión y la esperanza de seguir transformando juntos su territorio.

La actividad contó con la participación de la seremi de Vivienda y Urbanismo, Claudia Toledo Alarcón, el equipo técnico regional, la consultora Gesplan y más de treinta dirigentas y dirigentes sociales que fueron parte del Programa de Capacitación en Sostenibilidad Urbana y Habitacional, iniciativa que busca fortalecer el liderazgo comunitario y promover el uso sostenible de los espacios públicos y viviendas que se ejecutan en el marco del Plan Urbano Habitacional Ribera Norte.

El urbanismo que se construye desde las personas

Durante la ceremonia, los participantes compartieron los aprendizajes y vínculos creados a lo largo de esta experiencia formativa, valorando el enfoque humano y territorial que caracteriza la intervención.
“Esta escuela fue muy enriquecedora, porque aprendimos, nos conocimos y, sobre todo, creamos lazos. Nos enseñó a comunicarnos y a mirar al vecino no solo como alguien que vive al lado, sino como alguien con quien podemos construir soluciones”, señaló Sandra Montesinos, dirigenta de Pedro de Valdivia.

Desde Pedro del Río Zañartu, Yasna Ramírez destacó el valor de las redes y la confianza que surgieron entre los participantes: “Aprendí a delegar, a confiar, y eso cambia mucho la forma de liderar. Uno no deja de aprender nunca, y mientras más compartimos, más crecemos como comunidad”.
Por su parte, Jorge Valenzuela, de Aurora de Chile, agregó: “Todo aprendizaje es bueno si se comparte. Estas instancias nos motivan a participar, a levantar ideas y a comprometernos con nuestro territorio”.

Cohesión social y sostenibilidad: pilares del nuevo urbanismo

La Zona de Interés Público (ZIP) Ribera Norte, que abarca más de 1.000 hectáreas desde Cerro Chepe hasta La Mochita, con cerca de 134 hectáreas en intervención directa, es hoy uno de los principales polos de transformación urbana del Biobío. En este territorio, el Minvu impulsa obras de vivienda, espacios públicos y conectividad, pero también procesos sociales de alta significación como la formación de líderes, laboratorios de gobernanza y talleres ambientales.

Para la seremi Claudia Toledo, esta dimensión social es clave: “El Minvu no solo construye fierro y cemento; también reconstruye confianzas. La ciudad se hace entre todos, y este programa demuestra que cuando las comunidades se empoderan, las obras se transforman en espacios vivos, cuidados y sostenibles”.

La autoridad regional subrayó además que estas iniciativas representan el espíritu del Mes del Urbanismo, que este año invita a reflexionar sobre cómo seguir “construyendo cambios” en nuestras ciudades, reconociendo que cada proyecto urbano es también un acto de ciudadanía

Un ministerio social al servicio de los territorios

La Escuela de Líderes de la Ribera Norte forma parte de un proceso continuo de capacitación que busca fortalecer la cohesión interna de los barrios, promover la participación y consolidar una visión compartida del desarrollo urbano sostenible. A través de talleres de comunicación, mediación vecinal, gobernanza ambiental y memoria barrial, los vecinos y vecinas se preparan para asumir un rol activo en la gestión de sus entornos y en la sostenibilidad de las obras que se implementan.

“Este es un ministerio que construye ciudad, pero también vínculos humanos. El urbanismo no se entiende solo desde la infraestructura, sino desde la capacidad de las personas para habitar, cuidar y proyectar juntos sus espacios comunes”, añadió Toledo.

Con este hito, la seremi de Vivienda y Urbanismo del Biobío reafirma su compromiso con el desarrollo integral de la Ribera Norte, un territorio que hoy se posiciona como polo de innovación urbana y social. Porque construir ciudad no solo significa levantar muros o pavimentos, sino tejer comunidad, recuperar la confianza y fortalecer la participación. Eso también es urbanismo con nombre y rostro, y en el Biobío se está construyendo desde el corazón de sus barrios.