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15 de noviembre de 2024

Jóvenes de Nacimiento rescatan patrimonio en Taller de Alfarería

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El rescate de las tradiciones y la reconexión con el pasado alfarero son los principales objetivos del Taller de Alfarería para jóvenes que el Programa Quiero Mi Barrio está desarrollando gratuitamente en el Liceo Municipal de Nacimiento.

Nacimiento, miércoles 13 de noviembre de 2024. El espacio agrupa a 20 jóvenes que desde inicios de septiembre se reúnen para aprender técnicas de moldeado y cocción de la greda, materia prima de alta calidad propia del territorio y que ha sido parte fundamental de la identidad de la comuna, que ha impulsado iniciativas para convertirse en la capital nacional de la alfarería.

Rodrigo Araneda, estudiante de 2° medio, indicó “estoy muy contento de poder participar en este tipo de talleres que rescatan nuestras tradiciones. Hemos aprendido mucho y para mí es un orgullo ser parte de un trabajo con el cual se busca posicionar a nuestra comuna en el país. Esto ha desarrollado mucho nuestra creatividad con la exploración de diversas técnicas y las clases han sido muy dinámicas, hemos formado un buen grupo”.

Este profundo legado alfarero que se remonta a los pueblos originarios y que alcanzó su auge con una explosión industrial a principios del siglo XX, vio el declive de este oficio patrimonial en los años 80 ´ con la llegada de utensilios plásticos, bastante más económicos para las personas. Sin embargo, en los últimos años, el interés por la alfarería ha resurgido entre las nuevas generaciones, dando paso a una nueva era de jóvenes alfareros comprometidos con la revitalización de esta tradición ancestral.

María Verónica Pino, presidenta del Consejo Vecinal del Barrio Las Quintas, explicó que “por mucho tiempo pequeños emprendedores locales compraron al por mayor las piezas de greda en los talleres alfareros, para luego viajar en tren con canastos repletos de pailas, platos y mates hasta ciudades cercanas como Concepción y Temuco, en donde revendían estos productos, generando ingresos para sus familias. Mantuvieron vivo por muchos años el comercio de la alfarería. Se educaron muchos hijos gracias a este oficio, y es muy importante que se preserve y difunda”.

“El Gobierno de Chile está cumpliendo un rol fundamental al ofrecer talleres de alfarería para los jóvenes de la comuna de Nacimiento. Esta iniciativa no solo representa una inversión en el desarrollo personal y cultural de nuestros adolescentes, sino que también es una apuesta a largo plazo por el rescate y la preservación de nuestras tradiciones. La alfarería es una expresión profunda de nuestra identidad, y al brindar estos talleres, el Gobierno está contribuyendo a que nuestras futuras generaciones se conecten con sus raíces, a la vez que desarrollan habilidades prácticas y creativas”, señaló Claudia Toledo, seremi de Vivienda y Urbanismo.

En tanto, Yael Cea, alcaldesa (s) de comuna de Nacimiento señaló que “los talleres de alfarería para jóvenes en Nacimiento no solo preservan una tradición patrimonial, sino que también sientan las bases para futuros emprendimientos económicos. Al manejar estas técnicas ancestrales, los jóvenes pueden transformar sus habilidades en oportunidades de negocio, contribuyendo al desarrollo de la economía local. Estos talleres también están fuertemente vinculados al turismo, lo que posiciona a Nacimiento como la futura capital nacional de la greda y atrae a visitantes interesados en su rica herencia”, explicó la autoridad.

El desarrollo del taller enfocado en jóvenes de entre 13 y 16 años, es una oportunidad única para fortalecer el patrimonio cultural local y fomentar la creatividad en torno a una práctica artesanal ancestral con raíces profundas en muchas culturas, permitiendo la expresión artística para desarrollar habilidades motoras finas y coordinación.

Desde el inicio del taller los estudiantes han creado diversas piezas utilitarias, como tazones, fuentes y cantaros, además de otras de tipo ornamental como floreros. Según los alumnos, el taller no solo ha brindado un espacio de aprendizaje práctico, sino que también ha servido como un canal de autoconocimiento y relajación, permitiéndoles expresar sus emociones y explorar sus capacidades creativas en un ambiente colaborativo y relajado, donde surge un proceso de creación artesanal que fomenta el desarrollo de habilidades como la paciencia, la atención al detalle y la concentración, todas importantes en la formación personal y académica.